Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1889-1890 (Cortes de 1886 a 1890)
Sesión: 31 de marzo de 1890
Cámara: Congreso de los diputados
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Cassola
Número y páginas del Diario de Sesiones: 127, 3947
Tema: Atribuciones del Gobierno para impone correctivos a los Senadores y Diputados, aunque tengan carácter militar

Siento que el Sr. Cassola me haya comprendido mal, y tengo la seguridad de que S.S. me ha comprendido mal; porque así como en otras ocasiones podría creer que no me había explicado bien, ahora es tan opuesto lo que S.S. dice a lo que yo pensaba, que me parece imposible que ni aún por error haya dicho eso que S.S. me atribuye. No; decía que el ejército español no necesita proceder con exquisito cuidado, porque en el extranjero nos miraban con mucha atención, seguían las pulsaciones de nuestra política con gran interés, y más que las pulsaciones de la política los movimientos de nuestro ejército, por razones que todo el mundo comprende.

Pues bien; dado este interés con que miran al ejército español, yo quería que de ninguna manera, no motivo, pero ni pretexto se diera por nada ni por nadie, para que no nos sonrojara el concepto que se había emitido en el extranjero injustamente, cuando para señalar a algún general inquieto se decía: "ese es un general español"; y en el acto, sin vacilar, añadía yo que no tenían razón al juzgarnos así, porque en España hay generales tan dignos, tan valerosos y tan amantes de sus deberes militares como los de las Naciones que tengan mejor ejército, y no se justaría que por cualquier pretexto se hiciera una calificación semejante.

Pero es más; yo recuerdo haber leído esa calificación en un periódico francés, y por reclamaciones justísimas de algunos dignos generales, el Gobierno español, por medio del Ministro de Estado, pidió al embajador que se viera con aquel Gobierno y procurara que en la prensa no se calificara de la manera que se hacía en aquel artículo a los generales españoles. Y en efecto, nuestro embajador vio al Ministro de Estado de aquel país, y se hizo la debida corrección y se dio la satisfacción necesaria a los generales españoles.

Por consiguiente, ¿cómo el jefe del Gobierno, a no estar privado de su juicio, había de decir lo que S.S. ha supuesto? Lo que hacía el jefe de Gobierno, era sentir que sin razón se haya dicho esto, y afirmar después que cuando se dijo, repito sin razón, lo que hizo el jefe del Gobierno fue pedir satisfacciones u obtenerlas. Me parece que esto es lo contrario de lo que S.S. ha oído o me ha supuesto. [3947]



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